El impulso del sistema cash and carry en el comercio minorista brasileño, la llegada gradual del modelo a América Latina y la importancia de la gestión automatizada en las tiendas y del comercio electrónico fueron los principales temas que el empresario Irineu Fernandes, Presidente de GIC Brasil, presentó en un evento en Colombia. Fundador de la empresa brasileña de innovación y tecnología, la charla en Colombia fue la primera parada de su viaje por los países latinoamericanos para visitar cadenas minoristas.
Los días 3 y 4 de mayo tuvo lugar en Cali el congreso Retail del Futuro, organizado por la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco). Es uno de los eventos más importantes del comercio minorista en Latinoamérica, con ponentes nacionales e internacionales. Fernandes, autor de un libro sobre el comercio minorista de alimentos, fue invitado a hablar en Fenalco por segundo año consecutivo. El año pasado intervino en la feria Góndola de Cartagena de Indias.
El formato cash and carry ha ido creciendo en Brasil a lo largo de los años y va camino de representar la mitad de todo el comercio minorista de alimentación del país. Actualmente representa el 44% de este segmento, según datos de Nielsen IQ. Otros países latinoamericanos están empezando a adoptar el modelo, pero su expansión es aún relativamente modesta. El empresario también mencionó dos tendencias que observa: el crecimiento de las compras más grandes en cash and carry y el avance de las tiendas de barrio, para compras más pequeñas y cotidianas.
En ambos casos, señala, es esencial disponer de tecnología y sistemas de gestión para supervisar todo lo que ocurre, ya que cualquier pérdida de control puede tener resultados extremadamente negativos.
“El sistema cash and carry no puede funcionar como el comercio minorista ordinario. Las tiendas cash and carry ofrecen menos productos, menos servicios y compras más grandes, con costes controlados y precios más bajos. En cambio, los comercios minoristas de alimentación ofrecen más artículos y servicios, lo que se traduce en costes más elevados y precios más altos”, explica.
La tecnología ha sido un factor revolucionario en la eficiencia operativa del comercio minorista. Por eso, tras la conferencia del empresario y autor, se presentó el caso práctico del grupo minorista Imec, con sede en la región sur de Brasil. El grupo implantó una de las soluciones de gestión automatizada de GIC Brasil para el movimiento de productos, personas y procesos, y cosechó resultados positivos en un tiempo récord. La tasa de falta de existencias de la cadena, que era superior al 20%, se redujo a menos del 5%.
Irineu Fernandes, natural de São Roque (SP), tuvo su primer contacto con el comercio minorista de alimentos cuando ayudaba a sus padres en la agricultura y era responsable de las compras domésticas. Después de trabajar en tecnología, se especializó en automatización industrial y minorista, implantando el primer SGA – Sistema de Gestión de Almacenes en Brasil. Fundó GIC Brasil, empresa que aporta innovación tecnológica a grandes cadenas de alimentación de Brasil, América Latina (Colombia y Panamá) y África (Angola), con soluciones personalizadas.